domingo, 8 de agosto de 2010

[Parte 1º]Mundo muerto...

 Woolas!!Bueno, como podéis comprobar, ya he vuelto ^^ Y con energías publicadoras :P Esta es la historia de una chica (y puede que alguien más :P)desarrollada en un mundo post-apocalíptico después de una salvaje guerra nuclear.Me he inspirado en ella gracias a un magnifico juego (Fallout 3) y en sueños.Los he juntado y me da para una historia cortita, a ver si os gusta :)


Susurros... Crujidos del suelo al ser golpeados por botas.La huida.Corriendo como alma que lleva el diablo, consigue activar la puerta y su mecanismo.Y huye de allí.Con padres en paradero desconocido, y ahora también sin hogar.Pero lo prefiere así.Una luz cegadora lo inunda todo.A sus espaldas, puede oír el chirrido de la puerta al cerrarse y los murmullos de los guardias.Pero no retrocede y sigue hacia adelante, con la cabeza alta.Y cuando se la luz disipa, la vista que la espera es sobrecogedora.Un mundo gris.Árboles muertos, raquíticos, con apenas cuatro ramas rotas.Algún arbusto por aquí o por allá.A lo lejos, se divisa un pueblecito en ruinas.No se oye nada, aparte del silbido escalofriante del viento y algún ladrido de los perros salvajes que vagan por esos páramos.Un mundo muerto.El desaliento la inunda.Ella, por su propia voluntad ha decidió abandonar la seguridad de el subsuelo y los refugios para enfrentarse al mundo real.Pero ahora, allí de pie frente a lo que queda de lo que una vez fue un mundo verde y vivo, ya no está tan segura de su elección
De los pocos recuerdos que conserva de sus padres, uno de ellos es el que la ha incitado a conocer el mundo exterior.Recuerda, aunque vagamente, lo que una vez su padre le dijo: "El destino sonríe a los que son valientes".Y ella ha decidido ser valiente.Con sus brillantes ojos castaños, deja de lado los recuerdos, que tanto daño la causan.Pero aun así, con miedo a lo que el futuro la va a deparar, se mete su arma en la funda, y camina con paso firme, hacia delante.
Al cabo de lo que parecen ser horas eternas, llega a lo que parece de un asentamiento civilizado.Se sorprende al ver que aun después de una guerra nuclear, la cabezonería de la humanidad no se deja vencer y sigue su instinto de supervivencia.Fue allí, en el pequeño pueblecito de Old donde se puso al día de las cosas que ocurrían en la superficie.Al parecer, no todo el mundo tuvo la suerte de poder vivir en refugios o en el subsuelo.Algunos tuvieron que aguantar en la superficie.Y fue entonces cuando los malos vicios tuvieron su auge.Los humanos se dedicaban a robar y matar inocentes, aunque en parte por supervivencia, lo hacían más por diversión.Aun así, quedaban almas nobles que protegían a los inocentes de esta gentuza  y demás peligros.No solo los perros salvajes podían ser uno de ellos.También había mutaciones, que eran humanos con un exceso de radiación, lo que alteraba su ADN convirtiéndolos en seres demacrados y violentos.Toda la vida había sido mutada, y ahora incluso las hormigas podían representar un serio problema.Toda esta información la saco de lo que parecía ser el sheriff local, y cuando ya no se le ocurrieron más preguntas, cada uno siguió por su lado.Paseando distraída como iba, de repente chocó y cayó al suelo.
-Vaya, lo siento mucho, no te había visto-Una voz masculina sin duda, aunque amistosa.
Alzó la vista.Un muchacho, no mucho mayor que ella, de ojos azules y pelo listo y castaño, le tendía la mano, sonriendo.
-Oh, no pasa nada-respondió Ashley, sonriendo a su vez y aceptando su ayuda
-Vaya, tu eres nueva por aquí, ¿no?-inquirió el chico
-Sí, lo soy, ¿por qué lo preguntas?-le dijo entrecerrando los ojos.No debía de confiar en todo el mundo.
-Oye no me mires así, no te voy a morder.No es por nada en especial, es solo que nunca te había visto-respondió
-Ah-se sintió un poco tonta-Bueno, pues ya nos veremos por ahí-y dicho esto se dio media vuelta para seguir su camino
-¡Espera!-gritó el chico agarrándola la mano
Ella se volvió y lo miró a los ojos.Unos preciosos ojos azules eléctricos la estaban mirando.Se ruborizó.
-No me has dicho como te llamas-le dijo el chico con una sonrisa pícara
-Bueno...estoo...tu tampoco me lo has dicho-responde con voz temblorosa 
-¡Claro!, puedes llamarme Leo-responde el muchacho con una sonrisa
-Bueno...esto...me llamo Ashley.Pero puedes llamarme Ash-respondió ella también sonriendo